Visión del mercado 2019
El año 2018 ha sido bastante convulso: el SP500 ha acumulado una pérdida del 6,2%. Pero además lo ha hecho con mucha volatilidad, con dos momentos en el año de fuertes movimientos: a partir de Enero y a partir de Octubre:
Los desplomes en el índice SP500 son peligrosos, porque, debido a los nervios de los grandes movimientos, se cometen errores en el trading que pueden provocar fuertes pérdidas.
En concreto, en el SP500, en Diciembre se ven 8 días seguidos seguidos de caídas, con velas en torno al -2% al día. Y un rebote en un sólo día del 5%, movimiento que puede provocar grandes pérdidas en el lado corto.
El mes de Diciembre ha sido uno de los peores meses de Diciembre de la historia de las bolsas, con una pérdida en el SP500 de -10,1%. Y del -12% en el Russell 2000.
Otros mercados han sufrido también fuertes vaivenes, con pérdidas de importancia en 2018:
Rusell 2000: -12,1%
Eurostoxx: -14,4%
IbeX 35:: -14,9%
Durante 2018, el análisis semanal que realizo con el barómetro me ha ido dando unas valoraciones de tendencia cada vez más bajistas:
Por encima de 60, la tendencia de largo plazo puede calificarse como alcista clara. Siempre, pensando en plazos de varios meses, ya que este cálculo no sirve para las correcciones puntuales.Por debajo de 60, y más claramente si baja de 50, la tendencia alcista de largo plazo es bajista, o como mínimo lateral-bajista.
A partir de finales de Octubre, y más claramente en Noviembre y Diciembre, este análisis bursátil nos ha advertido de que la bolsa entraba en fase peligrosa.
Actualmente, a primeros de 2019, está en torno a 50 puntos, lo que confirma que la tendencia es a la baja.
Sin embargo, la cifra de la barómetro es un promedio. Conviene estudiar también los indicadores que la componen.
El más evidente de todos es el gráfico del mercado americano:
La caída desde octubre traza un soporte en el 0% de Fibonacci, que además coincide con un soporte intermedio de 2017: en torno a 2330 puntos, aproximadamente. Este es un soporte que frenaría posibles caídas y que, en caso de perderse, sería un signo muy bajista.
El rebote actual ha llegado al 50%, incluso casi al 61% de la caída anterior: son dos niveles importantes, que normalmente actuarán de resistencia. La media 200 está muy cercana al nivel Fibonacci 61%, y también es un nivel que no se suele superar con facilidad.
En todo caso, la estructura técnica del índice, con máximos bajistas, es todavía una estructura bajista. Y los mismo sucede con indicadores de tendencia como el MACD.
Además del precio del SP500, la comparativa de sectores cíclicos y contra-cíclicos había dado claras señales bajistas desde Octubre, ya que bajaban más rápido los sectores cíclicos, como el consumo de lujo, que los contra-cíclicos, como el consumo básico:
Sin embargo, desde principios de 2019 hay una señal alcista en dichas divergencias. Esta señal pronosticaba el rebote actual. Es una señal alcista, pero que va a topar con las resistencias comentadas antes.La amplitud del mercado es otro factor predictor, que se puede observar con distintos indicadores. En este caso, hasta hace poco estaban todos muy negativos. Sin embargo, comienzan a recuperarse: El Advance/decline ha superado su media 200. Y el indicador más nervioso de High-lows del Rusell 3000 está en proceso superar la media de 10 días:
La imagen del mercado por tanto es bajista, pero hay varios factores que, en caso de superarse las resistencias, podrían cambiar el entorno bursátil a alcista.
Existen otros condicionantes que hay que tener en cuenta: la macroeconomía.
Macroeconomía
Los indicadores macroeconómicos norteamericanos están muy fuertes. Para saberlo, observamos el indicador agregado de la reserva federal de St. Louis:
En las últimas recesiones, este indicador, que agrupa datos de muchos tipos de la economía norteamericana, ha bajado de 0,5 al comienzo de una crisis. Actualmente está lejos de ese dato.En la misma línea se mueve el indicador de la Fed de Chicago, asi como otros indicadores agregados publicados por la OCDE.
La inversión de la curva de tipos entre los tipos a 3 meses y los de 10 años es un factor que también ha pronosticado correctamente las crisis en el pasado: en estos momentos la curva se está aplanando, pero aún no se ha invertido; es decir, aún no se ve ninguna recesión.
Los indicadores macroeconómicos son de movimientos lentos, y siempre llevan cierto retraso. Por tanto habrá que vigilar que no empeoren en los próximos meses.
Pero si la economía norteamericana se mantiene fuerte (y por extensión, la Europea), lo probable es que las correcciones en bolsa acaban por revertirse y se retomen las tendencias al alza, como ya ha ocurrido en correcciones de importancia en los últimos años.
Además de las cifras técnicas, hay algúnos eventos político-económicos que hay que vigilar.
- La evolución de los tipos de interés: si suben, es malo para las bolsas. El actual presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que tendrán una evolución adaptable: se interpreta como un menor probabilidad de los tipos al alza.
- La guerra comercial EEUU-China: si no llegan a acuerdo, probablemente se ralentice la economía mundial. Actualmente hay un plazo hasta el 1 de Marzo para intentar llegar a un acuerdo. Hay que tener en cuenta que el presidente Trump ha firmado acuerdos con México y Canada, a los que aplicó aranceles al comienzo de su mandato.
Normalmente los eventos políticos no suelen tener mucha importancia a largo plazo, y sólo influyen en plazos muy cortos. Sin embargo, estos dos puntos mencionados si son suficientemente relevantes como para tenerlos en cuenta.
En resumen
La bolsa está bajista, y ahora hay que adaptarse a un mercado peligroso: disminuyendo el riesgo, aumentando la renta fija o directamente pasando a liquidez.
Sin embargo, en los próximos semanas o meses, es probable, que vuelva una tendencia alcista, debido a los factores técnicos y macroeconómicos comentados. Y en función también de tipos de interés y guerras de aranceles.
Para saberlo, y para identificar un posible tendencia alcista cuando comience, hay que seguir vigilando los indicadores anteriores, y «cambiar el chip» cuando haya razones para hacerlo.